miércoles, 14 de noviembre de 2012

Programa de lectura extensiva

Rodrigo, Greenberg, Burke, Hall, Berry, Brinck, Joseph, y Oby son autores de un estudio sobre los efectos de la implementación de un programa de lectura extensiva dentro de un programa de afalbetización de adultos en inglés, realizado con 43 adultos.
De los diez componentes de un programa de lectura extensiva que crearon  Day y Bamford (2002) y que mencionaron los autores en su estudio, se incluyeron cuatro; el objetivo de la lectura (para estar entretenido, para aprender, para premiar), la táctica (para buscar información general, individualmente, en periodos extendidos de tiempo), los materiales (una biblioteca disponible con muchos libros de todos los niveles y temas) y el papel de la profesora (como ejemplo de cómo leer).
            Los autores utilizaron principalmente tres métodos; leer mucho y sobre temas interesantes para los estudiantes, escuchar un cuento que no serían capaces de leer por su cuenta, y hablar y compartir sus opiniones sobre dicho cuento con sus compañeros.
            El estudio consistía en clases de dos horas, cuatro días a la semana durante catorce semanas. Durante estas semanas, los estudiantes debían escoger libros de una biblioteca ya organizada por nivel de dificultad.  A continuación se les daba tiempo para  leerlos a su ritmo.  Tenían control absoluto sobre los libros que leían y si querían podían dejar de leer alguno, fuera por aburrimiento, desinterés, etc., para elegir otro de la biblioteca y seguir con la clase.
Después de leer durante media hora (durante las semanas siguientes este tiempo aumentaría en quince minutos cada semana), los estudiantes tenían la oportunidad de hablar de sus libros con el resto de la clase y la profesora, esta actividad siendo totalmente voluntaria.   
            El objetivo de esta parte era que los estudiantes quisieran leer más libros después de haber escuchado las opiniones que tenían los demás de sus propios libros.  También había una actividad de leer un libro en voz alta.  En esta parte, la profesora elegía un libro de un nivel más alto que el que los estudiantes podían leer.  Ella lo leía por partes cada clase y las siguientes clases repasaban lo que habían leído en la clase anterior. 
            Las conclusiones a las que llegaron en este estudio fueron que el programa motivó a los estudiantes a coger más libros de la biblioteca y por lo tanto aumentó su interés en leer por su cuenta.  Al final los estudiantes leyeron un total de 731 libros (el 85% de los libros que había en la biblioteca fueron leídos, 211 de 249 libros) durante las catorce semanas.
            Esta misma actividad puede ser realizada dentro de un colegio.  Con la ayuda y permiso de los padres, los estudiantes pueden llevar al colegio los libros en inglés (o castellano) que tengan en casa y crear su propia biblioteca dentro del aula de inglés.  Se puede marcar cada libro con el nombre de su dueño y la clase en la que está.  La profesora apuntaría los nombres de la gente que coge cada libro para saber quién tiene cada libro. 
Cada semana, durante una clase de inglés, los estudiantes tendrían quince minutos para leer el libro que hubieran escogido. Luego, la profesora les daría la oportunidad de hablar sobre lo que hubieran leído, igual que en el estudio.  Luego, si quedara tiempo al final de la clase o al comienzo de la clase siguiente, la profesora podría leer un libro en inglés que hubiera elegido ella.
Los estudiantes también tendrían la opción de llevar el libro a casa para leer en su tiempo libre.  En esta parte del programa los padres podrían ayudar a conseguir que los niños leyeran más.  Les podrían motivar con premios y les podrían aconsejar que leyeran en lugar de dedicar su tiempo a los videojuegos.  También, podrían leer parte del libro con ellos, o preguntarles sus opiniones sobre éste, si les está gustando o no, etc.     

  
Rodrigo, V.; Greenberg, D.; Burke, V.; Hall, R.; Berry, A.; Brinck, T.; Joseph, H.; y Oby, M. (2007). Implementing an extensive reading program, and library for adult literacy learners. Reading in a Foreign Language, 19(2), 106-119.

Day, R. y Bamford, J. (2002). Top ten principles for teaching extensive reading. Reading in a Foreign Language, 14, 136–141.        


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